Pero esto es algo que ellos no entienden. Entienden la educación como un instrumento más para manipularnos, para convertirnos en unos cuantos borregos más del rebaño y se olvidan que en este mundo en el que parece que todo está perdido, aún queda esperanza. Aún queda gente joven que lucha y que no se cansará de luchar por su futuro y por darle a sus hijos la educación que todo hombre merece.
Puede que ellos nos quiten todo el dinero, que nos quiten los colegios, las universidades. Pueden quitarnos todos los materiales, objetos y recursos, pueden dejarnos en la calle, pueden quitarnos muchas cosas. Pero hay algo que no nos pueden arrebatar: nuestros sueños.
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